Hace ya casi 6 meses que me he casado y por ello me he venido a vivir a Madrid. Desde que he llegado he estado buscando trabajo. Antes era profesora interina de Filosofía en un instituto público de Gran Canaria. Desde hace un par de meses he estado en un proceso de selección de un centro universitario privado de Madrid. Al final me han seleccionado pero no he llegado a firmar contrato porque les he comunicado que estoy embarazada. ¡Sí, embarazada!, no enferma. Han sido las propias mujeres las que me han dicho que allí nadie tiene hijos.
En pleno siglo XXI, ¿tengo que elegir entre ser madre o profesional? ¿No puedo hacer las dos cosas a la vez? Es algo tan triste y patético que ya estoy harta de oír hablar del progreso y de la "liberación de la mujer". Hoy la mujer es más esclava que nunca y el enemigo de la mujer es la propia mujer.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 10 de enero de 2008