Un hombre de 62, vendedor ambulante, murió ayer tras ser arrollado por un tren en Córdoba. El accidente fue una mezcla de imprudencia y mala suerte. Sobre las 15.30 horas, el paso a nivel de la barriada periférica de Alcolea estaba cerrado. Un tren se aproximaba, la barrera estaba bajada y el semáforo en rojo, según indicaron ayer fuentes policiales. Un autobús, detenido tras la barrera, anulaba la visión de O. R., que iba montado sobre una bicicleta. Decidió cruzar y fue atropellado violentamente.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 11 de enero de 2008