La crisis de la multinacional Frape-Behr, del sector auxiliar del automóvil, se encona después de que la compañía presentase un expediente de regulación y de que cerca de 50 trabajadores se encerraran en la planta de Zona Franca de Barcelona. La dirección de la compañía presentó ayer una petición de cierre patronal de su fábrica de la Zona Franca de Barcelona, a raíz de las amenazas de los empleados al personal directivo de la compañía, que fue "intimidado por los trabajadores".
La dirección aduce en su petición al Departamento de Trabajo que existe un "notorio peligro" para las personas, instalaciones y maquinaria de la empresa debido al encierro de empleados en la planta. Frape-Behr presentó un expediente de regulación para los 295 trabajadores de la fábrica. La Generalitat dictó 92 despidos, lo que ha motivado una huelga indefinida.
La compañía añade que pide el cierre patronal por el anuncio de la asamblea de trabajadores de ocupar "ilegalmente las instalaciones de la planta de la Zona Franca".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 11 de enero de 2008