A Javier Bardem le han aguado la fiesta. Si ganara en su tercera nominación a los Globos de Oro, no podrá recoger el trofeo. Así están las cosas con la huelga de guionistas en Hollywood: no habrá entrega de premios, y es una pena, porque frente al oropel de los Oscar, la cena de los Globos de Oro, que se celebra a las 15.00 para que en Nueva York la vean por la noche en directo, mantiene una escala más humana: los premios son concedidos por periodistas extranjeros, presumiblemente sin los compromisos de los Oscar, y la gala tiene el aire de un encuentro entre amigos. Puede ocurrirte que en la cola en los lavabos tengas delante a Sean Connery, o que le des fuego a Brad Pitt en el reducidísimo espacio reservado a los pecadores del tabaco.
Javier Bardem viene triunfando de forma galopante, pero la suerte de algunos premios le está siendo esquiva. Russell Crowe le arrebató el Oscar con Gladiator, cuando Bardem brillaba en Antes que anochezca, y el Globo se lo quitó Tom Hanks con El náufrago. Por su parte, Leonardo DiCaprio obtuvo con El aviador el Globo que Bardem merecía por Mar adentro. Este año, frente a competidores que también son la monda de buenos, cuentan que Bardem lo tiene más claro. Sea como fuere, no ha habido hasta ahora un actor español que llegara tan lejos en este sentido. Antonio Banderas, candidato en tres ocasiones a los Globos de Oro, no lo ha sido a los Oscar. Y Penélope Cruz ha sido propuesta hasta el momento en sólo una ocasión, aunque nada menos que a los dos premios gordos.
Como es de cajón, el cine español pretende colocar sus películas en el mercado de Estados Unidos. Sin ir más lejos, en el neoyorquino Lincoln Center se celebró el mes pasado su anual ciclo de promoción. Pero "la conquista de América" se está haciendo de forma aparentemente discreta por medio de algunos actores y directores. Además de los arriba citados, Juan Carlos Fresnadillo (28 semanas después), Jaume Collet-Serra (La casa de cera) e Isabel Coixet (El animal moribundo) realizan ya sus películas en Estados Unidos. De El orfanato y de REC se están realizando ahora mismo sendas versiones americanas.
El próximo domingo, pues, no habrá entrega de los Globos de Oro, aunque gane Bardem. De hecho, ya ha ganado. Tiene casi 39 años, talento, una carrera bien organizada, muchos premios, y un porvenir que da vértigo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 11 de enero de 2008