Ya han pasado las fechas navideñas, y tras este "supuesto" paréntesis, todo regresa a la "supuesta" normalidad. Y esto quiere decir que de nuevo volvemos al ambiente de crispación política que algunos creen que les ha de dar buenos réditos ante los ya próximos comicios.
Por tanto, continuarán los insultos, descalificaciones y embustes con respecto al "contrario". Por tanto, preparémonos para lo peor, es decir, para enormes catástrofes sociales y las más horrendas consecuencias si tenemos la debilidad de "equivocar" el voto en las urnas y permitir, así, que rija nuestros destinos el mismísimo Lucifer. Dedíquense, caso de serles posible, a ver todas las películas de catástrofes, guerras y terror que puedan, y compárenlas con los discursos que van a escuchar durante este tiempo. Verán que la diferencia es nula, o si acaso, el guión más logrado es el de algunos de nuestros políticos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 11 de enero de 2008