Japón rechazó el martes poner fin a su captura de ballenas en la reserva marítima australiana en la Antártida -santuario ballenero del país-, pese a que el Tribunal Federal Australiano la declaró ilegal y exigió su fin, tras una demanda del grupo ecologista Humane Society Internacional. "No cambiaremos nuestro plan de investigación porque efectuamos operaciones perfectamente legales", señaló el director de la división ballenera de la Agencia de Pesca de Japón, Hideki Moronuki.
La captura comercial está prohibida internacionalmente desde 1986, cuando entró en vigor una moratoria para todo tipo de ballenas, pero Japón insiste en que están en misión científica para probar la recuperación de la especie, algo que estaría permitido.
El tribunal ha calificado la captura de violación de la Ley de Conservación de la Biodiversidad y Protección del Medio Ambiente de Australia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 16 de enero de 2008