El gobierno de Gibraltar informó ayer de la existencia de un vertido de aceite procedente del New Flame, el barco panameño encallado desde el pasado 12 de agosto frente a las costas de la colonia británica. Según el ejecutivo de Peter Garuana "la contaminación fue leve y además fue rápidamente absorbida por las embarcaciones de la empresa Titán Salvage que lleva a cabo el rescate del barco". Los ecologistas volvieron a reclamar mayor control de estas operaciones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 18 de enero de 2008