El lehendakari, Juan José Ibarretxe, y el presidente de CiU, Artur Mas, se reunieron ayer en la sede de Convergència para resucitar el acuerdo de Galeusca -unión de CiU, PNV y BNG- con vistas a condicionar el futuro Gobierno central desde sensibilidades nacionalistas. Mas expuso que el encuentro había servido para "establecer estrategias comunes, aún por concretar". Mas admitió que esa estrategia se inscribe en Galeusca -denominación empleada por última vez en las elecciones europeas de 2004- y pretende conseguir que el Senado sea una "auténtica Cámara territorial" y que el Tribunal Constitucional acepte representación nacionalista. Tales objetivos figuran entre sus aspiraciones desde 1998 y son revalidados en vísperas electorales.
El líder de UDC y cabeza de lista de CiU para el Congreso, Josep Antoni Duran Lleida, no participó en la reunión. No es un entusiasta de Galeusca, que supondría, de ponerse en práctica, un frente nacionalista contrario a la estrategia histórica de CiU.
Después, Ibarretxe pronunció una conferencia invitado por tres grupos independentistas y aseguró que "nunca ETA representará a los vascos" y se preguntó, sobre la consulta popular que ha prometido, "si lo que molesta es la pregunta o la respuesta".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 18 de enero de 2008