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Reportaje:EL VIAJERO HABITUAL

Rutilantes mimosas

Si hiciera falta un pretexto para visitar uno de los rincones más auténticos de la Costa Brava, podría ser la colección de mimosas del Jardín Botánico de Cap Roig, única en España. Ahora empiezan a florecer.

Mimosas son esos árboles que en pleno invierno se cubren de bolitas amarillas, fragantes, como un vestido de gasa dorada perfumado con aceites esenciales. Un escándalo en el adormecido paisaje invernal y un espectáculo inolvidable sobre los abruptos acantilados de la Costa Brava.

Fue el célebre capitán James Cook quien trajo los esquejes de las primeras mimosas que se cultivaron en suelo europeo. Originarias de Australia y Tasmania, llegaron a Inglaterra en 1770. Pero el clima resultó completamente inadecuado para estos árboles, acostumbrados a una temperatura mucho más cálida, y a un suelo tan árido y seco como el de la costa mediterránea. Las mimosas (Acacia spp.) nunca prosperaron en el Reino Unido; en cambio, se sintieron como en casa cuando los ingleses las llevaron consigo a las villas que unos años más tarde empezaron a construirse en la Riviera.

En 1927, la británica Dorothy Webster y el refugiado ruso Nikolái Woevodsky, hartos del revuelo que su relación ha despertado entre la alta sociedad londinense, deciden poner tierra por medio y se instalan en Cap Roig. Reconstruyen la antigua torre almenada donde pasarán el resto de su vida y la rodean de un hermoso jardín que desciende hasta el mar. Un jardín de cipreses y mimosas, perfectas en climas marítimos y suelos amenazados por la erosión, porque su sistema radicular tiene la virtud de sujetar el terreno, lo mismo si se trata de dunas que de pendientes escarpadas y pedregosas. Dorothy Webster llegó a plantar 30 especies distintas, de las que sobreviven 12. Como todos los árboles de crecimiento rápido, no suelen vivir más de 60 o 70 años. Una colección única en España a la que merece la pena dedicar un fin de semana.

La ruta se puede proseguir por el sur de Francia, desde Bormes-les-Mimosas hasta los alrededores de Grasse, donde se recolectan toneladas de flores para perfumes como Paris, de Yves Saint-Laurent, o Champs Elysées, de Guerlain. Las

Jardín de Cap Roig (www.jardins.caproig.cat; 972 61 45 82). En enero y febrero, sábados y domingos, de 9.00 a 18.00. De marzo a septiembre, todos los días de 9.00 a 20.00. Entrada, 4 euros.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 19 de enero de 2008