Tras tres días de protesta, cruce de acusaciones y episodios de tensión, la patronal y los sindicatos llegaron ayer a un acuerdo para poner fin a la huelga indefinida que mantenían desde el miércoles los trabajadores de las empresas funerarias de Girona. CC OO desconvocó el paro tras una reunión con la patronal. Los empleados y los empresarios se reunirán nuevamente, pero esta vez para retomar las negociaciones del que será el primer convenio del sector de las pompas fúnebres en Girona, que da trabajo a 125 personas repartidas en 14 empresas.
Unos y otros mostraron su satisfacción y su voluntad de "pasar página y seguir trabajando". Las principales diferencias para salvar la negociación han girado en torno a los horarios y la disponibilidad de los trabajadores, que tenían que estar de guardia 24 horas para atender emergencias. CC OO dijo que eso es incompatible con una "vida familiar digna". Se cierra así una crisis que provocó escenas insólitas las dos primeras jornadas, como la irrupción de piquetes en un funeral en Banyoles y sepelios con vigilancia policial en Girona para evitar incidentes entre huelguistas y familiares de difuntos.
Los trabajadores pasaron la noche del viernes en la iglesia de Sant Josep de Girona, tras ser desalojados de Trabajo, donde intentaron acampar para seguir su protesta. Durante el paro, los sindicatos denunciaron a la patronal por seguir celebrando entierros e incumplir el decreto de Trabajo que ordenaba dejar los cadáveres en cámaras frigoríficas y no inhumarlos hasta que los depósitos estuvieran colapsados. En la práctica, ningún entierro se ha suspendido durante el conflicto.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 20 de enero de 2008