Después de ver a los ciudadanos de Iowa y New Hampshire acudir en masa a votar a uno de los precandidatos a las elecciones presidenciales del próximo noviembre en Estados Unidos, contemplo el espectáculo de la confección de las listas electorales en este nuestro país: cerrados a cal y canto, el presidente del partido, el secretario general y dos de los posibles candidatos a ir en la lista de Madrid, se enzarzan en una lucha íntima y opaca. Y después el presidente del tal partido dice que se debe a los españoles a la hora de tomar decisiones. Absurda partitocracia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 20 de enero de 2008