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CARTAS AL DIRECTOR

Pizarro el conquistador

En 1513, Vasco Núñez de Balboa fue el primero de los conquistadores en ver al mismo tiempo los dos océanos que abrazaban al Nuevo Mundo, acababa de encontrar el mar del Sur. Una vez tomada "posesión real y corporal y permanente de todos estos mares", el norte de su brújula le dirigía al oro de Birú, es decir, Perú. Pero Pedrarias, gobernador nombrado por el rey, no tenía a bien tales aires de ambición, y le escribió para pedirle cortésmente que se reuniera con él en la ciudad de Acla. Balboa sólo podía imaginar que el objeto de tal carta era el ofrecimiento de tropas por parte de Pedrarias, pero quien le esperaba finalmente era su compañero de armas durante tantos años: Francisco Pizarro. Cautivo y desarmado en manos de Pizarro, Balboa es condenado a muerte acusado de rebelión por Pedrarias. Conducido al cadalso por el propio Pizarro, sus ojos se cruzan por última vez en el preciso momento en el que una espada separa la cabeza de Balboa de la vida.

Casi 500 años después, el brillo de esa misma espada ha vuelto a brillar. Pero esta vez Pedrarias no era Pedrarias sino Rajoy, Balboa no era Balboa sino Gallardón, y Pizarro... bueno, Pizarro era el Pizarro que hoy, como siempre, vuelve a prometernos que sólo él puede guiarnos en la búsqueda del Dorado.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 22 de enero de 2008