Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra
Reportaje:

Alonso revienta Cheste

Unas 38.000 personas asisten al entrenamiento del español, aún muy por debajo de Ferrari

Valencia está hambrienta de fórmula 1. El tinglado que se organizará en la ciudad y sus alrededores el 24 de agosto, cuando se dispute el Gran Premio de Europa, será de vértigo. Más aún si las previsiones se revientan como ha ocurrido esta semana, sobre todo ayer, en los entrenamientos que se llevan a cabo en el circuito de Cheste y que concluyen mañana.

El hecho de que fuera festivo en Valencia -San Vicente, patrón de la ciudad- ya tenía en alerta a los dirigentes del circuito. Al mediodía, los accesos se colapsaron y llegaron a registrarse nueve kilómetros de retenciones en la autovía A-3 y un total de 17 en el by-pass de la A-7. Sin embargo, el sarao que se montó -se contabilizaron unos 38.000 aficionados- ya se intuía. "Nuestras previsiones indicaban que el martes vendrían unas 20.000 personas", explica Pablo Pernía, responsable de comunicación del circuito; "pero ayer por la tarde ya vimos que nos habíamos quedado muy cortos". Y tan cortos.

Hubo atascos de 17 kilómetros. La previsión era de 20.000 aficionados

El lunes, Valencia parecía Londres. La espesa niebla que impidió que los Toyota viajaran en avión desde Menorca, donde habían realizado pruebas en el Aeroclub de Mahón, casi reduce a una vuelta a paso de tortuga el esperado debut de Fernando Alonso al volante del nuevo Renault R28.

A pesar de que el día no acompañaba en absoluto, 6.500 aficionados se acercaron a la pista para ver al español y esa circunstancia activó todas las alarmas. "Inicialmente, el dispositivo era de 59 operarios", asegura Germán Gómez, responsable de seguridad del circuito, "pero cuando supimos cuánta gente había venido el lunes, decidimos ampliarlo hasta 80".

"Nunca en la historia ha habido tanta gente en unos entrenamientos de fórmula 1", se congratuló Julio García, director en funciones del circuito. "Los aficionados valencianos tenían ganas de disfrutar. El 99% del público ha venido para ver a Fernando Alonso", se aventuró.

Si es así, como parece probable, la mayoría se debió de llevar un buen chasco al comprobar que, a estas alturas de la película, los Ferrari de Kimi Raikkonen y Felipe Massa parecen estar a otro nivel. Alonso siempre estuvo a más de un segundo de ellos y a tres décimas de Heikki Kovalainen, el segundo de Lewis Hamilton en McLaren.

Por si fuera poco, los alonsistas se pegaron un buen susto a falta de dos minutos para terminar, cuando el flamante R28 del bicampeón se quedó seco en plena recta principal. Rápidamente aparecieron en escena un par de comisarios equipados con extintores. Alonso cruzó la pista, saltó el muro y, andando por el pit lane, regresó a su garaje.

"¿Qué ha pasado? ¿Ha roto el coche?", se preguntaban los aficionados unos a otros. Al parecer, no. Simplemente, lo que hizo el equipo fue una prueba de consumo, esto es, llevar a la práctica sus predicciones acerca de lo que debe gastar el bólido y estirar el máximo posible de vueltas hasta que se quedó sin una gota de gasolina y se detuvo.

"No soy como Dennis", dice Briatore

Con una chaqueta negra y una bufanda azul anudada al cuello, Flavio Briatore apareció por sorpresa en el circuito de Cheste y se metió dentro del motorhome de Renault. Allí mantuvo una reunión distendida con su socio Alejandro Agag y con Francisco Camps, presidente de la Generalitat Valenciana. Los tres reconocieron estar entusiasmados con la carrera del próximo agosto y, claro está, Briatore aprovechó para lanzarle mil flores a Fernando Alonso. "Ya sabemos que Fernando es un valor añadido en el equipo", dijo el italiano. "Consigue marcar la diferencia dentro de la pista y, además, motiva al equipo", ahondó. El responsable deportivo de la escudería francesa cree que, tras el año que pasó en McLaren, el español se ha curtido aún más. "A nivel profesional ha mejorado, es mejor piloto que antes porque tiene un año más de experiencia", argumentó Briatore, que, acto seguido, dejó bien claro que la competencia que hubo el año pasado en McLaren entre Alonso y Lewis Hamilton, no se dará en Renault bajo ninguna circunstancia. "Nelsinho

[Piquet, compañero de Alonso] no creará problemas porque es joven, inteligente y sabe lo que quiere. Debe mejorar paso a paso. Además, yo tampoco soy como Ron Dennis", zanjó el patrón italiano.

Por su parte, Max Mosley, presidente de la Federación Internacional del Automóvil (FIA), aseguró que, "en caso de producirse otro caso de espionaje [como el que se dio la temporada pasada entre McLaren y Ferrari y que terminó con una multa de 100 millones de dólares para la escudería británica], el equipo implicado, sea cual sea, será excluido del campeonato".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 23 de enero de 2008

Más información