Los mercados de valores volvieron a hacer un alarde de volatilidad en esta última sesión, como consecuencia de la incertidumbre que guía los movimientos de gestores e inversores.
El Ibex 35 terminó perdiendo el 4,56% y vuelve a entrar en una zona conflictiva al cerrar en 12.254,60 puntos.
La mayoría de las plazas europeas abrió al alza, para ir perdiendo fuerza poco a poco, hasta llegar las declaraciones del presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, sobre su negativa a secundar la decisión de la Reserva Federal de Estados Unidos en cuanto al recorte de los tipos de interés. Trichet prefiere correr el riesgo de encarar una crisis económica con unos tipos de interés altos, antes que permitir que la inflación continúe subiendo, lo cual no ha gustado nada en los mercados de valores.
Las oscilaciones de estos dos últimos días en el Ibex 35 van perfilando unos puntos de soporte y resistencia que, aunque todavía muy frágiles, pueden dar pistas del futuro inmediato. La zona de los 12.000 puntos quedó establecida como soporte relativo gracias al rebote de la jornada del martes, mientras que los 13.000 puntos que alcanzó ayer en la apertura forman la resistencia más inmediata. Los analistas insisten, no obstante, en que es demasiado pronto para establecer ese tipo de registros y que hacen falta más datos para considerarlos en serio.
Por el momento, la revisión a la baja de las previsiones de crecimiento económico para este año, efectuadas por el Gobierno alemán, pasando de un PIB con el 2% a sólo el 1,7%, son un aviso de las tensiones que van a tener que soportar empresas y consumidores con los tipos de interés al 4%.
En el Mercado Continuo decreció la actividad, lo que indica que los cuidadores de los valores se han tomado un respiro aprovechando que el Ibex 35 se mueve en una zona más o menos tranquila. En total se negociaron 7.188 millones de euros, de los que 6.600,97 millones correspondieron al "mercado abierto".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 24 de enero de 2008