La Generalitat Valenciana, gobernada por el PP, es la primera autonomía en poner en marcha una investigación centrada en la clonación humana. Y eso a pesar de que en su día los populares votaron en contra de la Ley de Investigación Biomédica y de que en 2001 un Gobierno del PP impidió en una universidad valenciana, la Miguel Hernández de Elche, a un científico alicantino trabajar con células madre para buscar una terapia contra la diabetes. Ese científico es ahora el ministro de Sanidad, Bernat Soria.
Seis años más tarde, el consejero valenciano de Sanidad, Manuel Cervera, anunció ayer que el Centro de Investigación Príncipe Felipe de Valencia (CIPF) acometerá el primer proyecto español de transferencia nuclear, lo que supone "un fiel reflejo de que la Comunitat y el Gobierno valenciano apuestan por la investigación". Se trata de un proyecto científico dirigido por el investigador serbio Miodrag Stojkovic, famoso por sus ensayos en Leicester en el campo de la clonación humana, e incorporado al CIPF como fichaje estrella por el director del centro, Rubén Moreno. Moreno fue secretario general de Gestión Sanitaria cuando la entonces ministra Celia Villalobos (PP) vetó a Soria sus investigaciones.
Se cierra un ciclo
Por eso, ayer, desde el ministerio, que es el que autoriza los ensayos, Soria expresó su satisfacción por la normalización de estas investigaciones y calificó los proyectos como un "paso irreversible" en la ciencia española. "Se cierra un ciclo de seis años con etapas en blanco y negro", aseguró. Se refería a la amenaza que sufrió de la apertura de un expediente por infracción grave y de expulsión del cuerpo de catedráticos.
En la investigación de Stojkovic se extrae el núcleo de una célula adulta, en este caso de la piel, y se inyecta en un ovocito (célula sexual femenina) al que se ha extraído previamente el núcleo. Tras activarlo se obtiene un embrión que es un clon del donante de la célula adulta. Al mismo tiempo, y en el mismo centro, el equipo del doctor Carlos Simón acometerá otra investigación basada en la derivación de células embrionarias sin dañar el embrión. Es decir, a un embrión de pocas células (6 u 8) se le extrae una para obtener líneas de células madre.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 25 de enero de 2008