Los clientes confiaban en que aquella abogada de Irún a la que conocían bien pujara por la vivienda que pretendían comprar en las subastas inmobiliarias que se anunciaban. Fue imposible porque la letrada se quedaba con el dinero que recibía de sus ahora denunciantes. Así quedó de manifiesto ayer durante la declaración de la abogada ante el Juzgado de Instrucción número 3 de Irún. Durante más de dos horas y media, la procesada admitió haberse apropiado en los años 2004 y 2005 de dinero que le iban entregando unos clientes con quienes ya había trabajado en otros casos y a quienes ofrecía participar en las subastas de diferentes inmuebles.
El número de estafados ya llega a 19, porque ha ido creciendo con nuevas denuncias. Este procedimiento irregular comenzaba cuando los denunciantes accedían a pujar por un piso determinado y entonces la letrada les pedía diferentes cantidades de dinero, en unos casos 72.000 euros y en otros cuantías superiores o inferiores, que supuestamente iba a consignar en una cuenta del juzgado.
Los denunciantes veían que la pretendida subasta nunca llegaba a producirse. Entonces pedían explicaciones y la letrada les daba excusas para no entregarles el dinero. De momento no se sabe qué cantidades han sido devueltas ni la cifra exacta del engaño. Para aclarar estos detalles, el juzgado instructor ha solicitado documentación a distintas entidades bancarias para averiguar dónde se encuentra el dinero que recibió la abogada. La acusada, quien ya declaró en otras dos ocasiones anteriores por esta presunta estafa, podría ser citada nuevamente en caso de que se presenten nuevas denuncias contra ella.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 26 de enero de 2008