La exposición de Paul Delvaux La segunda realidad es la primera antológica del artista belga que se hace en Andalucía y forma parte de la programación en torno al surrealismo de la Fundación Picasso-Casa Natal de Málaga. La muestra, que se inauguró ayer, reúne 80 obras entre óleos de gran formato, tintas chinas, dibujos, acuarelas o gouaches (acuarelas opacas).
Delvaux (1897-1994) fue coetáneo de Pablo Ruiz Picasso y como él abarca prácticamente todos los movimientos y corrientes artísticas del siglo pasado. Figura imprescindible para comprender el siglo de las vanguardias, del expresionismo abstracto, del arte conceptual y del surrealismo, a Delvaux, sin embargo, no se le puede etiquetar como representante estricto de una corriente determinada.
La directora de la Fundación Picasso, Lourdes Moreno, explicó que Delvaux es un artista surrealista "poco ortodoxo, bastante peculiar en ese sentido y su forma de trabajar está muy cerca del academicismo". Según Moreno, la obra del artista belga tiene un gran poder de evocación: "Es un pintor muy figurativo, lo cual lo hace muy cercano al gran público, aparte de usar técnicas como las grandes perspectivas, los paisajes urbanos y los clásicos desnudos".
La segunda realidad, en la que ha colaborado la Fundación Amberes se podrá ver hasta el 27 de abril y recorre la extensa producción artística de Delvaux. "Se ve la influencia de Julio Verne y de Homero, clásicos que él visitaba a menudo; la del Museo Spitzner -centro anatómico en el que se mostraban malformaciones en humanos- en la realización de cuadros con presencia de esqueletos, entre otras temáticas como las clásicas venus, las amigas, los trenes o las estaciones", señaló Moreno.
Según la comisaria, una característica común en la obra de Delvaux es la desvinculación de los elementos que la conforman. "Sus obras son disociadas, los personajes, como las mujeres de sus pinturas, no se miran, no se comunican y a veces los espacios no tienen nada que ver con los escenarios que plantea", indicó Moreno.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 31 de enero de 2008