El Parque Científico de Barcelona (PCB) inauguró ayer un edificio de 6.500 metros cuadrados que acoge la Bioincubadora PCB-Santander, que cuenta con 11 spin-offs, empresas de base tecnológica surgidas de grupos de investigación, que centran su actividad en áreas emergentes como la biomedicina o la nanotecnología. El Santander ha financiado seis de los nueve millones de euros que ha costado el equipamiento, que también cuenta con el apoyo de la Generalitat.
El banco ha aportado un millón de euros para la creación del Fondo de Valorización y Comercialización de la Universidad de Barcelona, con el que se financiarán seis proyectos de investigación seleccionados por su potencial comercial. Actualmente, muchos proyectos de investigación básica, por ejemplo la detección de dianas terapéuticas, no pueden continuar debido a que no existen ayudas. Este fondo "permitirá que estos proyectos se incorporen a la cadena de valorización con el objetivo de lograr patentes", afirma Màrius Rubiralta, rector de la Universidad de Barcelona. Emilio Botín, presidente del Santander, destacó la importancia de crear "patentes comercializables", ya que "son las que pueden dar dinero para continuar investigando". José María Palacios, responsable de propiedad intelectual de la Universidad de Barcelona, confirmó la necesidad de este tipode apoyo: "En la universidad hay un importante potencial, pero actualmente tan sólo se realizan unas 20 patentes al año".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 31 de enero de 2008