El Museo Reina Sofía comenzó ayer su enésima reinvención con la presentación oficial de su nuevo director, Manuel Borja-Villel, elegido mediante un concurso internacional. Su nombramiento pone fin a la cuestionable práctica de los nombramientos a dedo, que habían sido norma desde el nacimiento de la institución en 1988, y que la mantenía a merced de los cambios políticos.
El ex director del Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (Macba) esbozó las líneas maestras de su proyecto, que se apoya en una ambiciosa declaración de intenciones: "Me gustaría que este museo fuera el MoMA del siglo XXI", afirmó en un acto celebrado en el auditorio del museo, flanqueado por el ministro de Cultura, César Antonio Molina, y Pilar Citoler, presidenta del patronato del Reina Sofía. La incorporación de Borja-Villel al frente del Reina Sofía cierra la crisis abierta en el museo tras la abrupta dimisión de su anterior directora, Ana Martínez de Aguilar, el pasado septiembre.
El nuevo director, contratado por cinco años -renovable por dos mandatos más- quiere dar un vuelco al Reina Sofía, darle la vuelta "como un guante", según sus palabras, para crear un museo que puede estar "al mismo nivel que el MoMA, la Tate o el Pompidou". Ese objetivo pasa por la reorganización de una colección, "mejor de lo que creemos", pero con luces y sombras: "Los años treinta y cuarenta del museo son muy buenos; los cincuenta también, pero hay que contextualizarlos a nivel internacional; los sesenta y setenta son trabajo por hacer, y la parte contemporánea es necesario articularla". Habrá una reordenación cronológica: "Hay que marcar hitos precisos en la historia que permitan entender el siglo XX y el XXI desde un punto de vista propio". Y también una nueva "cartografía", lo que significa que "las cosas no tienen por qué pasar por Londres o Nueva York: el arte moderno está en todas partes". Borja-Villel estimó en dos o tres años el plazo necesario para que los frutos de su gestión sean evidentes y lo remachó con sentido del humor: "Como valenciano que soy, se dice que tenemos más moral que el Alcoyano".
En cuanto a las exposiciones temporales, este año se respetará el calendario establecido por la antigua dirección, con la muestra del Museo Nacional Picasso de París, que se inaugura el 6 de febrero, como estrella de la temporada. La programación de 2009 ya llevará el sello de Borja-Villel.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 31 de enero de 2008