Cuando lo tenía todo en contra, el Getafe se sacó ayer el billete para las semifinales de la Copa del Rey. El Mallorca lo tuvo todo a favor: marcó dos goles, el primero muy tempranero, pero no supo mantener el resultado.
En apenas cinco minutos, los de Gregorio Manzano, con su once de gala, lograron mucho más que en todo el partido de ida. Salieron en tromba, forzaron dos faltas desde el lateral y, a la tercera jugada, obtuvieron un penalti. El juez de línea no dudó en alzar la bandera para señalar unas manos de Licht en el mismo límite del área y, tras un breve debate en la banda, Iturralde indicó la pena máxima. El penalti lo lanzó Ibagaza, con la colocación justa para que Ustari, que adivinó la dirección, no llegara a la pelota.
MALLORCA 2 - GETAFE 1
Mallorca: Lux; Héctor, Ramis, Nunes, Navarro; Varela (Trejo, m. 84), Pereyra (Basinas, m. 14), Ibagaza, Jonás (Borja Valero, m. 79); Arango y Güiza. No utilizados: Moyà; Scaloni y Ballesteros.
Getafe: Ustari; Cortés, Cata Díaz, Mario (Tena, m. 45), Licht (Del Moral, m. 78); Granero, Casquero, De la Red, Gavilán (Pablo Hdez., m. 61); Albín y Braulio. No utilizados: Galán; Tena y Celestini.
Goles: 1-0. M. 7. Ibagaza, de penalti. 2-0. M. 55. Arango, de cabeza, a pase de Güiza. 2-1. M. 82. Granero, de falta directa.
Árbitro: Iturralde González. Amonestó a Licht, Cata Díaz, Varela, Jonás, Ustari y expulsó con roja directa a Granero.
19.200 espectadores en el Ono Estadi.
Pero el golpe no afectó al Getafe, que mantuvo la flema y convirtió el encuentro en un vaivén entre las áreas. El Mallorca, demasiado ansioso, perdió muy pronto el control de la situación. Y mientras Güiza, flojo en la ejecución, no conseguía culminar los contragolpes locales, la delantera getafense atosigaba con ganas a Lux. Sus guantes frenaron un disparo a bocajarro de Braulio, y poco después De la Red se equivocaba al desviar un balón que ya se colaba en la portería. El mediapunta, autor del gol azulón en la ida, no tenía ayer su día y volvió a malgastar una clarísima ocasión en la segunda parte. Esa fue la antesala del segundo tanto balear, un chispazo de calidad entre Güiza y Arango.
El Getafe siguió sin arrugarse. Laudrup desplegó sobre el campo todo su arsenal, quitó defensas y puso delanteros, y halló la recompensa: una falta botada por Granero que le estropeó la noche al Mallorca.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 31 de enero de 2008