Un dragón con cara de malo, largos dientes y un letrero roto en la boca con el nombre del barrio de Sants y una magdalena, en honor al nombre de la ministra Álvarez, tocada con un casco con la palabra pifia. El siniestro animal, que representaba al AVE, llegó ayer a Sants con Carnestoltes como pasajero.
Cientos de personas recibieron al rey del carnaval en la Rambla de Badal y asistieron a una sátira sobre el tren, que, cómo no, llegó con retraso. Pese a todo, la ministra lo inauguró. La perla de la fiesta fue la canción Ave avaria, que tomó la música del Ave María de Bisbal y cuya letra denunciaba las calamidades vividas por Sants. El bando, titulado Ave Mèrdix, fue en la misma línea.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 1 de febrero de 2008