A marcha lenta, los convoyes de los Ferrocarrils de la Generalitat (FGC) empezaron a circular por el tramo de la línea del Llobregat que quedó interrumpido el 20 de octubre como consecuencia de las obras del AVE. Más concretamente, de las inyecciones de cemento que se realizaban a la altura de la estación de Gornal. En ese punto, la pared del túnel de FGC -situada por debajo de Cercanías y 20 metros por encima del túnel del AVE- cedió y los trenes tuvieron que dejar de pasar. 105 días después, se iniciaron las pruebas y el servicio se reanudará el sábado próximo.
Ayer daba la sensación de que se trataba de algo más, a juzgar por la acumulación de personas en el interior del túnel. Tal vez por la esperada llegada del AVE, del que nadie quiso aventurar nada. Ni el consejero de Política Territorial, Joaquim Nadal, ni el máximo responsable de la línea de alta velocidad Madrid-Barcelona, Antonio Hernández Gil.
Por otra parte, una avería -la tercera esta semana- en el sistema de electrificación interrumpió ayer entre las 5.30 y las 6.40 el servicio de trenes de las líneas de cercanías 1, 3, 4 y 7 entre L'Hospitalet de Llobregat y Barcelona-Sants. Los retrasos medios fueron de 20 minutos y algunos servicios quedaron sin cubrir y los usuarios tuvieron que utilizar sistemas de transporte alternativos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 1 de febrero de 2008