Tres chicos de un barrio popular de Sevilla ven pasar los días desde un banco. Como si se tratara de una película, esperan cada tarde a que la panadera cierre la persiana para verle el culo, con un litro de cerveza que va de mano en mano. Mientras tanto, las personas de su entorno viven la vida, ellos sólo son espectadores.
El director Jesús Ponce afirma que "no son ni adultos ni niños, ni parados ni trabajadores, no son estudiantes, no son delincuentes... Simplemente no son".
"El detonante femenino" que el director confía en el personaje de Sunci, encarnada por Pilar Crespo, es el que obliga a Graby, Roberto Carlos y Nandi a incorporarse en la dinámica de la vida: una relación, un curro, responsabilidades... más cotidianidad.
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La película, que se estrena hoy, fue rodada enteramente en Sevilla, "con poco dinero y mucha devoción", dice Ponce con entusiasmo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 1 de febrero de 2008