Andrew Webster, jugador escocés de 25 años, ha conseguido que el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) altere el mercado de fichajes y refuerce el poder de los agentes y los jugadores al margen de las cláusulas de rescisión. Los futbolistas tienen más facilidades para romper unilateralmente sus contratos después de que una sentencia del TAS defienda su derecho a marcharse a otro club tras abonar a su entidad de origen las cantidades económicas que les quedaban por cobrar en el contrato. El TAS ha aplicado el reglamento de la FIFA en una sentencia a la que pueden acogerse los jugadores de Ligas donde no hay cláusulas de rescisión. Sí las hay, por ejemplo, en España, Holanda, Alemania y Brasil.
En 2006, Webster defendía la casaca del Hearts escocés. El club le ofreció renovar, lo rechazó y fichó por el Wigan tras acogerse al artículo 17 del reglamento de traspasos de la FIFA: todos los mayores de 28 años deben pagar indemnizaciones si deciden marcharse a otro club durante los dos primeros años del acuerdo. Los menores de 28 se enfrentan a la misma situación durante los tres primeros. En cuanto acaban esos periodos de protección, los futbolistas pueden romper sus contratos unilateralmente y dejar que la FIFA decida la indemnización.
A Webster, ahora cedido en el Glasgow Rangers, le pusieron un precio que nadie aceptó: 821.000 euros. El jugador reclamó ante el TAS, que consideró arbitraria la cifra. Y estallaron las protestas: el jugador deberá pagar al Hearts unos 220.000 euros, es decir, el sueldo del año que le quedaba de contrato más un 5% de intereses. Un nuevo triunfo de los agentes. Este verano, cualquiera podría fichar a Berbatov, del Tottenham, por 1,7 millones, su sueldo. Y Cristiano Ronaldo podría dejar el Manchester en 2010 por 15,7 millones.
Precedente jurídico
"Siempre ha habido miedo escénico a usar este artículo, que existe desde 2001", admite Juan de Dios Crespo, el abogado español de Webster. "Regía el principio de no hagas a otro lo que no quieras que te hagan a ti. Esto crea ahora un precedente jurídico importante". Joseph Blatter, el presidente de la FIFA, cree que la decisión "daña al fútbol" y es "una victoria pírrica para los jugadores y agentes que juguetean con la idea de romper sus contratos".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 1 de febrero de 2008