La decisión de la Reserva Federal de Estados Unidos de rebajar en medio punto los tipos de interés tan sólo ha servido, como pensaban algunos analistas, para ajustar las medidas de la crisis. Para los inversores ahora está suficientemente claro que hay recesión y que exige medidas drásticas, lo que viene a ser como una recomendación de venta.
El Ibex 35 mantuvo la trayectoria errática de las últimas sesiones después de una apertura positiva y de un posterior ajuste a esa "recomendación de venta" que llegaba desde lo alto. Tras ganar el 0,92% y perder el 1,96%, el Ibex 35 terminó con un resultado anodino, pero por encima de los 13.000 puntos, nivel que llegó a perder en los peores momentos del día.
El mes de enero se cierra con un recorte del 12,87%, el peor resultado mensual en cinco años y medio, y dejando entre los inversores una sensación de duda, pues hay quien piensa que hay cotizaciones en niveles muy atractivos, criterio que parecen compartir algunos grandes empresarios, en lo que al sector eléctrico se refiere.
Los datos del IPC armonizado publicados en la eurozona indican que el BCE tiene una buena parte de razón al negarse a abaratar el precio del dinero. En el conjunto del área económica los precios subieron hasta el 3,2% en enero, pero con grandes diferencias entre países pues, mientras que en Alemania los precios subieron hasta el 2,7%, en España alcanzaron el 4,4%, siempre con datos provisionales.
En Estados Unidos las reacciones también son confusas, aunque la Bolsa de Nueva York parecía alcanzar una zona de calma en torno a los 12.500 puntos del índice Dow Jones. El índice PMI de actividad económica del área de Chicago cayó en enero a 51,5 puntos desde los 56,4 de diciembre, aunque lo peor es que se acerca demasiado a la zona de los 50 puntos que indica que la economía entra en recesión. Todo parece indicar que los inversores esperan que las rebajas de tipos funcionen.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 1 de febrero de 2008