Residente en Gran Bretaña. "Muero aquí cada día, mental y físicamente. Eso nos pasa a todos. Hemos sido olvidados", dice. Fue capturado al intentar huir a Pakistán y vendido a las fuerzas de EE UU por 5.000 dólares. Shaker y su mujer, Zennira, tienen cuatro niños británicos, de entre cinco y nueve años. "Saltaban sobre mí con las botas puestas, sobre la espalda y la cabeza", denuncia.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 1 de febrero de 2008