Las declaraciones de buenas intenciones no logran atajar la violencia en Kenia, sumida en el caos desde las elecciones del pasado diciembre. Partidarios del presidente, Mwai Kibaki, y de la oposición, que denuncia fraude en los comicios, se enfrentaron ayer en varios puntos del país, especialmente en el oeste, donde bandas tribales lucharon a machetazos y utilizando arcos y flechas.
Los líderes de los partidos enfrentados llegaron el viernes a un acuerdo auspiciado por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, para tratar de frenar la violencia, pero no remite. Desde las elecciones de diciembre han fallecido alrededor de 900 personas como consecuencia de la violencia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 4 de febrero de 2008