Ahora que, con tediosa puntualidad, las hordas celtíberas vuelven a clamar contra las subvenciones al cine español me gustaría añadir un dato a la polémica. La industria armamentística española, con unos beneficios de 845 millones de euros sólo en el País Vasco (eso sí que es un taquillazo...), recibe ayudas públicas.
No he oído mucha indignación sobre este asunto. Qué curioso.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 7 de febrero de 2008