Las medidas de control implantadas tras los atentados del 11-S para comprobar las huellas dactilares y los datos biométricos de los pasajeros extranjeros se han generalizado en los aeropuertos internacionales de EE UU como muestran las imágenes de Atlanta y Miami, respectivamente.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 8 de febrero de 2008