La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) no enviará observadores a las elecciones presidenciales rusas debido a las limitaciones impuestas por el Kremlin. Boicotearán los comicios tanto la Oficina para las Instituciones Democráticas y los Derechos Humanos (ODIHR), que también se negó a supervisar las legislativas de diciembre, como la Asamblea Parlamentaria.
Christian Strohal, director de la ODIHR, explicó que las condiciones que puso Moscú "no son propicias para realizar" la misión de observación y comentó que "la política de puertas cerradas" que está aplicando Rusia debilita la democracia. Además de limitaciones a los observadores extranjeros, el Kremlin ha impuesto restricciones al proceso electoral mismo que han dejado fuera de la carrera por el sillón presidencial a los candidatos de la oposición democrática. Por lo demás, los comicios del 2 de marzo están ya resueltos y nadie duda que el próximo presidente de Rusia será el actual viceprimer ministro Dmitri Medvédev, elegido por Vladímir Putin para sucederle.
La ODIHR, institución especializada en evaluar los estándares democráticos en los procesos electorales, quería que sus observadores llegaran a Moscú el 11 de febrero y que fueran más de los 75 autorizados por la Comisión Electoral Central. Rusia sólo aceptó que los observadores comenzarán sus labores el día 20. La ODIHR insistió en enviarles la próxima semana con el fin de poder supervisar la campaña electoral y no sólo la jornada de votación.
El Ministerio de Exteriores ruso criticó duramente la decisión de la OSCE, que calificó de "inaceptable".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 8 de febrero de 2008