El Parlamento francés ratificó el jueves por la noche el nuevo Tratado europeo de Lisboa casi tres años después de que los ciudadanos rechazaran en referéndum la malograda Constitución europea, un hecho que, junto al no holandés, hundió a la Unión Europea en una profunda crisis.
El tratado deberá ahora ser firmado por el presidente Nicolas Sarkozy o por el primer ministro François Fillon, que se felicitó de la aprobación de un documento que, según dijo, "tiene en cuenta los temores y las expectativas expresadas en 2005 por el pueblo francés".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 9 de febrero de 2008