La patronal Confebask se ha autoexcluido de la comisión formada por el Gobierno vasco y los sindicatos UGT y CC OO para intentar diseñar un nuevo sistema de contabilidad de la siniestralidad laboral, tras haber criticado con dureza las cifras contradictorias facilitadas por Osalan. El objetivo de la comisión es evitar la confusión, ya que cada agente social maneja unos datos diferentes de fallecidos en accidentes. La cifra oficial de muertos en Euskadi en 2007 fue de 56, pero se eleva a 82 si se incluyen los autónomos que no cotizan por la contingencia de accidente profesional y los empleados de empresas que no tienen su domicilio en el País Vasco. Por su parte, UGT asegura que si suman los sin papeles y extranjeros fallecidos en accidentes de trabajo el número asciende a 101.
El viceconsejero de Trabajo, Juan José Loroño, invitó a Confebask "a reflexionar y a afrontar la realidad de los hechos para poder trabajar de forma conjunta en la búsqueda de soluciones". Loroño hizo esa apelación a la patronal vasca después de recibir duras críticas de los empresarios por ofrecer datos más allá de los oficiales y estadísticos. En una nota, Confebask mostró su "indignación y sorpresa" por las cifras contradictorias aportadas por Osalan respecto a la contabilidad de los accidentes laborales mortales.
"Análisis realista"
El viceconsejero quiso dejar claro que una cosa son los accidentes laborales, que reflejan las estadísticas oficiales y tienen su propia consideración jurídica, y otra los accidentes en el trabajo, que incluyen a otros colectivos que no están en las estadísticas y "que hay que tener en cuenta para hacer un análisis realista" de la siniestralidad.
El Gobierno solicitó al Senado en 2006 la creación de una comisión que aunara criterios y además envió una carta al secretario de Empleo, solicitando la creación de otro órgano de debate con todas las comunidades.
El viceconsejero criticó a Confebask por "crear públicamente incertidumbres sobre los datos manejados, insinuar que abultamos las cifras y acusarnos de falta de transparencia, cuando la patronal dispone de esa información mes a mes".
Por ello, invitó a la patronal a incorporarse al grupo de trabajo, "que está avanzando en esta dirección, tratando de llegar a un consenso para alcanzar unas estadísticas cercanas a la realidad". En caso de llegar a un acuerdo, Loroño tiene pensado trasladar el pacto de Euskadi al Ministerio de Trabajo para impulsar un nuevo modelo de contabilidad general que sea un hecho a lo largo de la próxima legislatura.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 9 de febrero de 2008