"Lo ocurrido con los Globos de Oro ha sido clave para conseguir que los ejecutivos se volvieran a sentar a la mesa". Con estas palabras resumía el domingo John Bowman, jefe del comité negociador del sindicato de guionistas de Hollywood, cómo los escribas de Hollywood habían conseguido su victoria frente a la Alianza de Productores de Cine y Televisión.
"Quedarse sin los Oscar hubiera sido demasiado para la industria", añadió David Young, otro de los sindicalistas. La gala de los Oscar, prevista para el próximo 24 de febrero y el segundo programa televisivo más visto del año después de la SuperBowl, quedaba así a salvo, y las estrellas, que apenas han tenido oportunidad de lucirse en las ceremonias de la temporada por culpa de la protesta, también recibían la noticia de su fin con alegría.
La huelga de guionistas estadounidenses, que ha puesto de rodillas a la industria paralizando producciones de cine y televisión durante más de tres meses y que le ha costado a Hollywood entre 1.000 y 2.000 millones de dólares (según quién haga las cuentas) ha terminado con final feliz.
Acuerdo económico
La dirección del sindicato votó el domingo a favor del fin de la huelga y hoy, martes, los 12.000 miembros ratificarán el acuerdo alcanzado con los productores, con el que se reconocen los derechos de los guionistas sobre los beneficios procedentes de Internet.
Los términos del contrato que regulará el trabajo de los guionistas durante los próximos tres años incluyen el pago de 1.200 dólares por cada programa emitido por Internet durante los dos primeros años de reposiciones y un 3% de los beneficios a partir del tercer año. Para los programas que no incluyan publicidad, los pagos se quedarán en 1,2%, igual que los alquileres online.
Con el acuerdo en la mano, se espera que mañana todos los guionistas regresen al trabajo. "También pueden empezar a trabajar hoy por la noche, tras la votación", bromeó el domingo Patrick Verrone, el presidente del sindicato de la Costa Oeste. Ellos y los directores han conseguido hacer valer sus exigencias respecto a las nuevas plataformas mediáticas. Los siguientes son los actores. El Sindicato de Actores (SAG) comenzó ayer mismo a resolver sus diferencias con la otra asociación de intérpretes, la American Federation of Television and Radio Artist, con la que mantiene una tensa pugna de poder. Así harán piña contra los productores.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 12 de febrero de 2008