Federico Aparici (Cullera, Valencia, 1955) lleva más de 30 años cultivando naranjas y hace 10 que las vende por Internet. Recibe alrededor de 9.000 pedidos y vende 125.000 kilos por temporada. En Naranjaslola.com no piden la tarjeta de crédito por adelantado. "Si las naranjas son buenas ya me las pagará el cliente", dice Aparici, que presume de servir a muchos restaurantes con estrellas Michelín.
Pregunta. ¿Han tenido que defender el nombre puntocom?
Respuesta. Mi mujer se llama Lola y tenemos el nombre patentado, pero Google se aprovecha para vender enlaces patrocinados cuando un internauta teclea en el buscador Naranjas Lola y facilitan otras direcciones.
P. El suyo es un excelente ejemplo de cómo Internet puede cambiar los negocios.
R. Sí, pero ha sido un camino largo porque estuvimos cuatro o cinco años vendiendo poco. Tener un buen producto es la clave.
P. ¿Sigue siendo familiar el negocio?
R. Sí, gracias a la tecnología no ha sido necesario ampliar demasiado la plantilla. La familia siempre está encima del negocio. Aspiramos a vender nuestra cosecha, no millones de kilos.
P. ¿Qué es más fácil: coger las naranjas del árbol o trabajar con el PC?
R. Yo estoy más a gusto en el campo que frente al ordenador. Pero si no llega a ser por los ordenadores no estaríamos donde estamos.
P. ¿Cuántos emplean?
R. Cinco PC. Los cambiamos cada año porque enseguida se quedan anticuados.
P. El correo les llevará mucho tiempo.
R. Todo el día. A principio de temporada podemos recibir más de 250 mensajes al día.
P. ¿Habla mucho por móvil?
R. Desde las siete de la mañana hasta las nueve de la noche. Pero no me gustan los móviles.
P. ¿Qué es más importante, vender o que lleguen las naranjas a su destino?
R. La logística, sin duda. En una hora hay que pegar todas las etiquetas para que las naranjas del día viajen por la noche y lleguen al día siguiente.
P. ¿La última compra?
R. Un servidor web. No subcontratamos nada. Lo hacemos nosotros todo.
P. ¿Algún desastre informático?
R. Con la conexión hemos llegado a estar 13 horas tirados. Ahora tenemos tres conexiones con otras tantas operadoras.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 14 de febrero de 2008