El diputado general de Álava, el peneuvista Xabier Agirre, aseguró ayer que en su partido "suena muy raro" que el presidente de la patronal alavesa, Juan José Azurmendi, se haya presentado como cabeza de lista de la candidatura afín al PSE que concurrirá el próximo domingo a las elecciones internas de la Vital. Y no por ser la cabeza visible del empresariado provincial, sino porque Azurmendi es afiliado al PNV, y los nacionalistas presentan su propia lista, denominada Bertatik.
Azurmendi, un hombre de personalidad política permeable, como buena parte de la militancia nacionalista en Álava, pidió en un comunicado respeto a su decisión, que enmarcó en un plano meramente personal "y como impositor" de la entidad.
El presidente del SEA reclama respeto a su candidatura en la Vital
"Suena muy raro dentro del PNV", dijo Agirre en Radio Euskadi, y agregó que probablemente el presidente de SEA-Empresarios Alaveses deberá dar explicaciones a la dirección provincial del partido.
A Azurmendi se le amontona el trabajo. La batalla por la Vital ha reabierto heridas dentro de la patronal alavesa y el sector de la misma más próximo al PP está tensando la cuerda ante la cita electoral del domingo, sin perder de vista las elecciones generales del 9 de marzo.
El último episodio se produjo el pasado martes, cuando el consejero delegado de la multinacional Guardian Llodio y vicepresidente primero del SEA, Luc Theis, remitió una carta a Azurmendi en la que anunciaba su renuncia al puesto que ocupaba en la organización empresarial por la decisión de aquél de concurrir a las elecciones en la plataforma impulsada por los socialistas.
En su comunicado de ayer, Azurmendi apuntó a quien desde dentro del mismo SEA está agitando de nuevo sus aguas, al recordar que otros directivos de la patronal han sumado antes su cargo a un puesto en la caja alavesa. "Alfonso Saiz compatibilizó la vicepresidencia de la patronal con la de consejero de la Vital", cita. Saiz, quien fuese mano derecha del anterior presidente del SEA, Carlos Zarceño, no consiguió revalidar en las elecciones internas del pasado julio la mayoría que tenía éste, y el sector conservador perdió el control de la patronal en beneficio de los llamados renovadores, un grupo heterogéneo de nacionalistas y socialistas.
Azurmendi optó por intentar una conciliación en el SEA, que llevaba dos años paralizado por la pugna interna, y nombró a Theis vicepresidente primero, pese a que Guardian estaba más ligada al sector conservador.
Saiz ha movilizado también a sus seguidores contra el acuerdo que el SEA ha logrado con CCOO y UGT en el convenio del Metal hasta 2011. El convenio llevaba sin firmarse desde 2003 y de él se están descolgando algunas empresas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 14 de febrero de 2008