En lugar de un piso por el que habían pagado unos 330.000 euros se encontraron con un solar que ni siquiera estaba desbrozado. Es lo que le ha ocurrido a tres clientes de un despacho de abogados de Barcelona que han visto evaporarse más de un millón de euros.
Tras intentar localizar al administrador de la promotora Lovipro Residencial, la abogada de los afectados, Raquel Álvarez, ha solicitado el concurso de acreedores del grupo, que declara un pasivo de 40 millones de euros. La página web de la compañía esfumada, con 35 promociones distribuidas en Cataluña, Andalucía y Madrid, asegura: "Lovipro se ha adaptado a los nuevos tiempos". Lo que no dice es que la empresa no tenía ayer a nadie que atendiera al teléfono.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 15 de febrero de 2008