Mattis quiso celebrar su 24º aniversario con una fiesta por todo lo alto. Pero el joven, de nacionalidad sueca y vecino de Barcelona, apenas tuvo tiempo de disfrutarla. Pocos minutos después de haber reunido en su casa del casco antiguo a una docena de amigos, murió. Había tomado una pequeña cantidad de una droga sintética, el MDMA, que resultó letal. Él mismo había encargado a su amigo Tim R. J., de 26 años, que comprara la droga para la fiesta. Los Mossos d'Esquadra han detenido ahora a Tim. Está acusado de homicidio imprudente y de un delito contra la salud pública, aunque ha quedado en libertad con cargos.
A la una de la madrugada del sábado, los Mossos recibieron el aviso de que un joven había muerto, presuntamente, por consumo de sustancias estupefacientes. Los agentes comprobaron que, de los asistentes a la fiesta, ningún otro salvo Mattis había probado el MDMA, una droga conocida como cristal o cuarzo y que es similar al éxtasis, con la diferencia de que se distribuye en polvo y envuelto en una bolsita de plástico. También es más caro que una pastilla de éxtasis normal, ya que se le atribuye mayor pureza.
Tras tomar declaración a los jóvenes, los Mossos detuvieron a Tim. Éste admitió a la policía que había adquirido el producto a petición del propio fallecido. De hecho, ambos eran amigos y de la misma nacionalidad. Los investigadores están a la espera de los análisis toxicológicos para determinar la causa de la muerte. Cabe la posibilidad de que Mattis hubiera ingerido alcohol previamente, o que la droga estuviera adulterada.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 19 de febrero de 2008