El nuevo acceso a Bilbao por San Mamés, que sustituirá al de Sabino Arana (el más transitado, con más de 70.000 vehículos diarios) costará bastante más de lo previsto. De los 60 millones de euros que se barajaron hace cinco años, se ha pasado ahora a 160 millones.
El encarecimiento se debe al aumento de los tramos soterrados o cubiertos para mitigar las molestias a los vecinos.
La Diputación de Vizcaya, encargada del proyecto, aprobó ayer provisionalmente el trazado tras estudiar las casi 800 alegaciones presentadas por los vecinos. El área de Obras Públicas ha aceptado cubrir otros 250 metros del vial, pero no ha admitido taparlo en su totalidad, como exigían la mayoría de las propuestas vecinales.
El diputado foral de Obras Públicas, Iñaki Hidalgo, anunció que las obras se iniciarán a finales de este año y se prolongarán durante 36 meses, con lo que el nuevo acceso estaría concluido en 2012. Entonces se procederá al derribo del viaducto de Sabino Arana, una vieja reivindicación de los vecinos de la zona, y la recuperación de esta área para la ciudad. Hasta ahora, los plazos se han incumplido sistemáticamente -las primeras previsiones fijaron el fin de las obras en 2003- y el proyecto se ha modificado sustancialmente: de los ocho carriles en dos sentidos proyectados, se ha pasado a cuatro. Se espera que el vial absorba 35.000 vehículos, la mitad de los que circulan ahora por Sabino Arana.
Este proyecto presenta muchas dificultades, puesto que las obras van a afectar a la A-8, una autopista que está saturada por el tráfico. La Diputación pretende mantener los carriles actuales, pero con una menor anchura, la misma medida implantada en las obras para construir el tercer carril entre Basauri e Iurreta. Todo se complica más al coincidir con el soterramiento de las líneas de FEVE en Basurto.
Esta nueva carretera forma parte del plan de accesos a Bilbao acordado hace dos años por la Diputación de Vizcaya y el Ayuntamiento, que incluye la mejora de las entradas por el norte, como el desdoblamiento de las carreteras de Enekuri y Santo Domingo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 20 de febrero de 2008