El fiscal solicitó ayer 23 años de prisión para Jaume Guasch como presunto autor del asesinato de Celia Ignacio de Brito, una prostituta brasileña cuyo cadáver fue encontrado el 10 de enero de 2007 con un tiro en la cabeza en el piso que compartía con otras mujeres. El crimen se había producido cinco días antes y los Mossos d'Esquadra detuvieron a Guasch, entonces novio de la víctima, con la que iba a casarse.
El acusado, de 50 años y mecánico dentista de profesión, reconoció ayer en el juicio que mató a Celia con su pistola cuando ella, sentada en el sofá, le dijo que quería acabar con la relación porque había conocido a otro hombre. "Sí, yo disparé, desgraciadamente. Fue un acto incontrolado e imprevisto", dijo el hombre, que añadió a modo de justificación. "Me quedé petrificado y permanecí en la vivienda sin reaccionar unos 40 minutos".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 21 de febrero de 2008