Los médicos comprobaron, con un análisis de orina, que había consumido sustancias estupefacientes. Cocaína. Nada fuera de lo común, de no ser porque el paciente era un niño de sólo tres años, que ahora está bajo la tutela de la Generalitat catalana. Un juez ha retirado la custodia del menor a su madre y a la pareja de ésta. Ambos están acusados de drogar al niño, que vive en Mataró (Barcelona). La policía investiga si la ingesta de cocaína fue accidental (es lo que dice la madre) o si, en cambio, fue promovida y era una práctica habitual.
El pasado lunes, la mujer —T. H., de 35 años y con problemas de drogadicción— y el hombre —A. T., nueve años más joven y también toxicómano— se enzarzaron en una pelea en plena calle. Un vecino de la familia alertó a la policía, que llevó a la familia, de origen magrebí, al hospital de Mataró. En el centro, madre e hijo sufrieron idénticos ataques de ansiedad, lo que levantó las sospechas de los facultativos.
Tras la detección de cocaína en la orina del menor, T. H. y A. T. fueron detenidos. El Juzgado de Instrucción número 1 de Mataró decretó ayer la libertad con cargos para la pareja, que quedó acusada de un delito de abandono de menores y tiene pendiente un juicio por malos tratos. El juez les ha retirado el pasaporte y les ha prohibido abandonar el país.
El niño, que ayer ingresó en un centro de menores, ha sido sometido a una revisión forense para determinar cómo llegó a tomar la cocaína.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 22 de febrero de 2008