El miércoles aparecieron en la Costa Brava y ayer llegaron al Maresme. Numerosas manchas de combustible (chapapote) de unos ocho centímetros de diámetro, similares a las aparecidas en las playas del Alt Empordà, se esparcieron ayer en unos 14 kilómetros de costa entre Montgat y Vilassar de Mar. La Guardia Civil cree que pueden proceder del vertido de un barco que en alta mar limpió sus depósitos de fuel.
La Generalitat ha activado en ambas zonas el plan especial por contaminación accidental de las aguas marinas. Las tareas de limpieza en la costa de Girona finalizaron ayer, tras constatar que no había más combustible mar adentro. Los técnicos que han participado en la operación calculan que han recogido unas cuatro toneladas de crudo acumulado en las playas. En Girona, la zona más contaminada ha sido la playa de Can Comes, situada justo a la entrada del parque natural de los Aiguamolls.
El delegado de Medio Ambiente en Girona, Emili Santos, calificó de "afectación mínima" la que puedan sufrir a causa del incidente la flora y la fauna de este espacio protegido. La contaminación ha afectado a seis kilómetros de costa desde la desembocadura del río Muga hasta la playa de Sant Martí, en Castelló d'Empúries, Sant Pere Pescador y L'Escala.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 23 de febrero de 2008