El servicio de la línea 12 de Metro, conocida como Metrosur, quedó ayer interrumpido durante todo el día en las estaciones contiguas de Loranca, Manuela Malasaña y Hospital de Móstoles.
La avería se originó poco antes de las diez de la mañana cuando un tren auxiliar (los que no transportan viajeros) se quedó parado tras descarrilar en una vía "por un fallo técnico", según indicó un portavoz de Metro. UGT calificó el incidente de "negligencia grave" porque el trabajador que guiaba ese tren vacío "no es un conductor", según señaló Teodoro Piñuela, portavoz del sindicato en Metro.
La empresa admitió que el operario era un trabajador de mantenimiento, pero señaló que ese tipo de personal "está habilitado" para remolcar los vehículos auxiliares.
Piñuela aseguró que el personal de mantenimiento solamente puede manipular trenes "por vías de la red en las que no transitan usuarios". El convoy averiado ayer se precipitó desde una de esas vías vacías hasta otra del circuito principal, donde se cruzó con un tren con pasajeros antes de descarrilar pendiente abajo. "Si llega a tocar un tren de viajeros, hubiéramos tenido que lamentar muertos", añade Piñuela, que ha solicitado una investigación.
El servicio continuaba cortado al cierre de esta edición. Para cubrir el recorrido entre las estaciones afectadas, Metro habilitó un servicio alternativo de autobuses entre las tres paradas.
Metrosur, con 59 millones de viajeros anuales en 2007, es una de las líneas con menor demanda de la red del suburbano.
En los últimos 10 días se han producido cinco averías en la red de Metro, todas ellas en la línea 1 (Pinar de Chamartín-Valdecarros), la segunda con más viajeros del suburbano madrileño.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 23 de febrero de 2008