El AVE deja al pasajero en el centro de la ciudad. Perfecto para un city break (escapada corta y urbana), hacia la costa o el vino, que hoy están más cerca que nunca. De Madrid a Barcelona, 659 kilómetros, en dos horas y 38 minutos (sin paradas). A Málaga, 513 kilómetros, en dos horas y media (directo). A Valladolid, 179 kilómetros, en una hora.
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Renfe calcula que las nuevas líneas de alta velocidad aumentarán sus pasajeros de larga distancia en un 21%. Su llegada a Barcelona, con 12 años de retraso, moverá más de seis millones de viajeros en 2008 y se llevará un pellizco del puente aéreo. Madrid-Málaga alcanzará los dos millones en 2009: la ciudad andaluza se promociona como la ciudad costera más próxima a Madrid. Valladolid ve una oportunidad en su apuesta como organizadora de congresos.
Dice un anuncio del AVE que lo importante no es la distancia, sino el tiempo en recorrerla. Los madrileños se han lanzado a poner en práctica el eslogan.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 24 de febrero de 2008