Hoy hemos podido ver en distintos informativos de televisión, grabadas por un aficionado, las imágenes del momento en que vigilantes de seguridad del Metro de Madrid reducen a un muchacho negro, probablemente perturbado mental. Había amenazado de muerte a los viajeros, con una pistola simulada. Los vigilantes se llevan a empujones al muchacho, esposado con las manos a la espalda, y con los pantalones bajados, se dice que para evitar su huida. Es una humillación intolerable, que supongo no puede estar autorizada por la reglamentación.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 24 de febrero de 2008