El modisto Hubert de Givenchy, presidente de la Fundación Balenciaga, ha declarado a EL PAíS que ignora cualquier extremo relativo a la presunta desaparición de prendas de la colección o a obsequios supuestamente realizados con fondos de la misma. "No estoy al corriente", dijo a este periódico. Givenchy, a quien remitieron anteayer en la sede de la Fundación en Getaria como presidente de la institución. Señaló que la única cuestión de la que tiene conocimiento sobre una actuación irregular de Mariano Camio en su gestión es la de haber cedido prendas para una exposición en Miami. Camio llevó a cabo ese préstamo "sin autorización", indicó. De esta manera se vuelve a destapar otra irregularidad cometida en torno a los préstamos de esta colección del modisto guipuzcoano. "Nos costó recuperar los vestidos que había prestado, pero todo se recuperó", explicó. "Sobre la falta de prendas o complementos o la realización de regalos no estoy al corriente", añadió.
En los próximos días, no obstante, se esperan conocer algunos detalles más precisos sobre los usos dados a algunas prendas propiedad de la Fundación Balenciaga. Además podrían coincidir con nuevos relevos en el seno de esta institución, que ya empieza a registrar sensibles dimisiones. La última fue conocida en Madrid y corresponde a la marcha de Manuel Cabrera, que ha desempeñado un papel preponderante en esta Fundación en su calidad de secretario general. Precisamente Mariano Camio atribuyó el viernes a Cabrera la filtración sobre el destino que el PNV hizo de varios pañuelos de Balenciaga.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 24 de febrero de 2008