El Gobierno catalán está convencido de la bondad de quemar lodos en las cementeras, pero ayer decidió aplazar el inicio del proceso hasta que las instalaciones dispongan de las medidas medioambientales suficientes. Las cementeras de Sant Feliu de Llobregat y Montcada i Reixac disponen ahora de un plazo de 18 meses para adaptarse y poder utilizar este combustible, procedente de lodos secos de las depuradoras urbanas, en lugar de derivados del petróleo.
El consejero de Medio Ambiente, Francesc Baltasar, se reunió ayer con César Arrizabalaga y Juan Antonio Vázquez, alcaldes de Montcada y Sant Feliu, respectivamente, para explicar la decisión y ofrecerles la formación de comisiones participativas en el proceso. Medio Ambiente sostiene que el empleo de lodos ayuda a reducir las consecuencias del efecto invernadero.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 26 de febrero de 2008