Un petardo de feria que alguien hizo explotar junto al coche del alcalde de Boborás, Cipriano Caamaño (PP), alteró ayer durante unas horas la vida del pequeño municipio orensano. El suceso se produjo unos minutos antes de las 11 de la mañana, cuando el regidor, médico de profesión, pasaba consulta en el centro de salud del mismo municipio. Al escuchar el estruendo, tanto Caamaño como el resto de trabajadores del centro sanitario salieron a la calle y comprobaron que el coche del regidor, aparcado en la calle principal, sufría escasos desperfectos en el capó y en la luna derecha.
Inicialmente Caamaño pensó en una avería técnica, descartada por el mecánico. Apenas un par de horas después, la Guardia Civil descartaba definitivamente la posibilidad del atentado. Una vez examinado el vehículo, los agentes confirmaron que los desperfectos habían sido originados por un petardo de feria. Caamaño calificó el suceso de "una gamberrada sin mayor trascendencia" y descartó cualquier móvil político.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 26 de febrero de 2008