Ucha acusó a Pérez (que fue detenido en 2003, en una operación contra la explotación de trabajadores chinos) de albergar siempre, "engañando a los vecinos", el sueño de ser "alcalde del PP". Y dijo esto porque, durante la campaña electoral, Pérez juró ante notario que nunca pactaría con los populares. "Tu palabra no vale nada, y ahora dices que no era con el PP, sino con Toja, con quien no ibas a pactar", le reprochó. "Es tan antinatural que gobiernes tú como que antes gobernase yo", llegó incluso a reconocer para desprestigiar al contrincante.
El socialista no se cortó al insultar a sus adversarios ("como hablo para esta gente", dijo señalando al público, "tengo que usar el vocabulario de la calle") que, seguros del resultado de la votación, no se molestaron en replicarle. Empezó advirtiendoles de que "ningún gilipollas" le iba a amargar el día. Continuó llamándolos "judas", jactándose de que su "conciencia" valía más que la de los otros 16 ediles "juntos". También dijo que el nuevo gobierno nacía "bastardo" y que el portavoz de Terra de Xallas, Eugenio Pichel, que se abstuvo, parecía "una mujer despechada". Minutos antes, Pichel lo había acusado de pactar un sueldo en tiempos de Toja y de acaparar un coche de la policía y un agente, para sus viajes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 26 de febrero de 2008