El Gobierno de Zapatero está regulando la inmigración de manera coherente para el menor impacto posible aplicando las leyes -que muchas de ellas ya estaban con el PP- de forma eficaz. Y la muestra más clara es que las regularizaciones debían estar avaladas por un contrato de trabajo y no por un simple tique de autobús como hizo el Gobierno popular. Según los socialistas, se va a seguir promoviendo la igualdad de derechos y deberes para todos los ciudadanos, sin ningún tipo de contratos de integración, que tienen demasiados aires xenófobos. Por lo que hace a la repatriación -que con el Gobierno socialista se ha incrementado en un 43%-, el PSOE propone seguir luchando contra la irregularidad. Y seguir luchando, a su vez, contra el tráfico de personas del que se han incrementado las detenciones en un 720%. Para todo ello se han puesto en las fronteras más guardias civiles y policías de los que quitó el PP. Pero lo mejor de todo es que esto ya está avalado por la Ley de Extranjería, por el Código Penal y por la propia Constitución, y la diferencia es buscar la eficacia en el cumplimiento de la ley, aunque las propuestas del PP pasen por proponer nuevas leyes, cuando ya está todo legalmente cubierto y en perfecto funcionamiento.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 26 de febrero de 2008