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Un agente declara que mató a un hombre al confundirlo con un ladrón

El fiscal pide dos años y medio al guardia civil que disparó a un vecino de Sueca

El guardia civil Guillermo Quirós se sentó ayer en el banquillo de la sección tercera de la Audiencia de Valencia. Está acusado de matar de un disparo a Llorenç Alberola, vecino de Sueca, al que confundió con un atracador. El fiscal le pide dos años y medio de prisión por homicidio imprudente y 132.000 euros.

La acusación particular pide cuatro años. Los hechos ocurrieron hacia las 22.00 del 8 de febrero de 2003. Aquella noche dos hombres armados atracaron una gasolinera de Cullera. La Guardia Civil los buscaba y en un camino se encontró a la víctima y un amigo en un coche. Los agentes pensaron que eran los atracadores. Así lo declaró el procesado.

Llorenç Alberola, de 42 años, casado, con una hija, aficionado a la fotografía y albañil, salió a pasear a sus dos perros. Se encontró a un amigo, Álex, y éste le pidió que le acompañara a comprar droga a Cullera. Aceptó. Cuando regresaban, le pidió que parara en un camino. Según explicó ante la sala, hacía frío, Estuvieron en el coche, consumieron heroína y de pronto vieron de frente un coche con las luces largas. Alberola arrancó despacio, según Álex, que lo definió como "un trozo de pan", para dejarlo pasar. No se percataron de que era de la Guardia Civil. El procesado les dio el alto golpeando el coche con la mano. A partir de ahí, las versiones difieren sobre si la víctima bajó y algún ademán pudo parecer una amenaza para el agente. El procesado sí dijo que llevaba el arma cargada y sin seguro, que trató de reducirlo con el arma en la mano, que no recordaba si metió el dedo en el gatillo, que oyó un disparo y creyó que fue al aire, que Alberola se cayó ante él y pensó que lo había atemorizado. Murió dos días después.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 27 de febrero de 2008